El rubor es un producto que se utiliza para dar color a las mejillas. Suele aplicarse después de la base y antes del fijador en polvo, aunque también puede usarse sin base ni polvo, para conseguir un toque natural de color. Como su nombre lo indica, está diseñado para reproducir el tono de las mejillas cuando nos sonrojamos; por ejemplo, cuando sentimos vergüenza o volvemos del frío. El rubor está disponible en polvo o en bálsamo, por lo que es fácil encontrar uno que se adapte a tu tipo de piel y al look que deseas. Si necesitas ayuda para elegir, agenda una cita en línea gratuita con un Consultor Clinique.

Si te inicias en el mundo del maquillaje, puede que te preguntes de qué sirve el rubor. Puedes usarlo para dar un efecto de resplandor sutil, como desde dentro, o la apariencia de piel besada por el sol. También puede servir para realzar tus pómulos o definir tu rostro. Con un solo rubor, puedes crear una gran variedad de looks, con solo aplicarlo de diferentes maneras. La brocha que uses también puede marcar la diferencia en el aspecto de tu rubor. Para aprender técnicas de aplicación y otros consejos de belleza, agenda una sesión en la escuela Virtual Skin School de Clinique. Hay sesiones centradas en la elección y aplicación del maquillaje, y otras sobre cuidado de la piel.

¿Te preguntas qué tono de rubor es el mejor para ti? Elige uno que coincida con el color de tus mejillas cuando tu piel está sonrojada de forma natural. Si quieres un rubor para contornear, un tono "nude" es una buena opción para piel de cualquier tono. Los tonos de piel fríos pueden usar colores rosados con base azul, mientras que los tonos cálidos se ven mejor con rosado salmón, durazno y otros colores con base amarilla.

Clinique tiene una gran variedad de rubores sedosos y de larga duración, que se adaptan a cualquier tono de piel. Cheek Pop™ es un rubor de alta pigmentación, construible, con un bonito diseño floral. Blushing Blush Powder es otro rubor Clinique con varios tonos.

No hay una forma incorrecta de aplicar rubor, pero hay pautas que puedes seguir para conseguir ciertos looks. Para tener un rubor "recién salido del frío", pon un poco en una brocha suave y espolvoréalo sobre tus pómulos. Si quieres un look elegante y contorneado, aplica el rubor hacia arriba, a lo largo de los pómulos. Para un look bronceado, aplica el rubor en línea recta en la parte superior de las mejillas y en el puente de la nariz, donde el sol cae de forma natural.

Cuando se trata de rubor, conviene conocer las ventajas entre el rubor en polvo y en bálsamo. El rubor en bálsamo es bueno para crear un look luminoso, mientras que en polvo da un acabado más mate. Para los rubores en barra, usa tus dedos o una esponja de maquillaje para difuminarlo. Si prefieres el rubor en polvo, Clinique Blushing Blush™ Powder Blush es una opción clásica que viene con su propia brocha. No tienes por qué decidir entre polvo y bálsamo: prueba capas de polvo sobre bálsamo y lograrás un color impactante y duradero.